Salmo Sal 49, 1 y 8. 12-13. 14-15 (R.:23b)
Al que va por el buen camino, le haré gustar la salvación. El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso. «No te acuso por tus sacrificios: ¡tus holocaustos están siempre en mi presencia! Si tuviera hambre, no te lo diría, porque es mío el mundo y todo lo que hay en él. ¿Acaso voy a comer la carne de los toros o a beber la sangre de los cabritos? Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza y cumple tus votos al Altísimo; invócame en los momentos de peligro: Yo te libraré, y tú me glorificarás.»