Salmo 33, 2-3. 10-15
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que los oigan los humildes y se alegren. Teman al Señor, todos sus santos, porque nada faltará a los que lo temen. Los ricos se empobrecen y sufren hambre, pero los que buscan al Señor no carecen de nada. Vengan, hijos, escuchen: voy a enseñarles el temor del Señor. ¿Quién es el hombre que ama la vida y desea gozar de días felices? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de palabras mentirosas. Apártate del mal y practica el bien, busca la paz y sigue tras ella.