RE Tú eres Sacerdote para siempre, SOL RE a la manera de Melquisedec. Dijo el Señor a mi señor: “Siéntate a mi derecha, mientras Yo pongo a tus enemigos como estrado de tus pies”. El Señor extenderá el poder de tu cetro: “¡Domina desde Sión, en medio de tus enemigos!” “Tú eres príncipe desde tu nacimiento, con esplendor de santidad; Yo mismo te engendré como rocío, desde el seno de la aurora”. El Señor lo ha jurado y no se retractará: “Tú eres sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec”.