26 de abril
Sir 14, 22-23. 24-25. 26-27 (R/.: 22 a)
Dichoso el hombre que piensa en la sabiduría. Dichoso el hombre que piensa en la sabiduría y pretende la prudencia, el que presta atención a sus caminos y se fija en sus sendas. Sale tras ella a espiarla y acecha junto a su portal. Mira por sus ventanas y escucha a su puerta. Acampa junto a su casa y clava sus estacas junto a su pared, pone su tienda junto a ella y se acomoda como un buen vecino. Pone nido en su ramaje y mora entre su fronda, se protege del bochorno a su sombra y habita en su morada.