Salmo San Nicolás de Tolentino

10 de septiembre

Salmo 15, 1-2.5-9 (R/.: 2, 12c)


Dichosos los que se refugian en el Señor.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien».

El Señor es el lote mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.